Ellos instalan cerrojos en gargantas bulliciosas
Otro sonido rompiéndose perpetuamente
en la reflexión de un descontento descifrable
Difícil concebir la fragilidad de sus movimientos
En las profundidades de una diadema
un clavel desconsolado
Emerge de sus hologramas
un sorbo de pesadilla
La urbe se desprende de sus cimientos
Hay quienes buscan asilo en las plegarias
Por culpa de un aroma cubierto de musgo
la quietud de la estupa se amotina en el prado
Las muecas de los trinos languidecen
Según las Parcas
polvorizás el capullo que toma forma
de otra oportunidad frente al naufragio